El lado oscuro de la carne vegana
Desde hace algunos años que la gente, principalmente las nuevas generaciones, han cambiado su forma de consumir alimentos. Motivados en gran parte por el veganismo y la protección del medio ambiente, una gran parte del mercado evita consumir productos de origen animal. Sin embargo el consumo de carne sigue en aumento, aunque esta no venga necesariamente de seres vivos.
¿Cuántos tipos de carne vegana existen?
De momento hay tres formas de elaborar carne vegana, la primera es usando grasas y proteínas vegetales, la segunda es la carne sintética, creada en laboratorios mediante el cultivo de células animal y la tercera, también como salida de un libro de ciencia ficción, es clonando animales enteros para después procesarlos de la forma tradicional. Sea cual sea su elaboración, es claro que son todos procesos industriales, es decir, no pueden ser reproducidos en casas o cocinas comerciales y es por esto que su objetivo principal es hacer dinero.
Usando el pretexto de que la carne de origen animal hace daño a la salud y al medio ambiente – cuando en realidad es el consumo excesivo el que hace daño – el mercado de la carne vegana ha crecido exponencialmente en últimos años por lo que diversos emprendedores se dieron a la tarea de crear empresas para desarrollar carnes de origen vegetal.
La primera compañía en popularizar la producción de este tipo de carne se llama Beyond Meat (su traducción al español sería «más allá de la carne»), cuyo éxito fue tal que hoy en día incluso cotizan en bolsa. Además de contar con gran aceptación en el mercado – incluso colocando su producto en cadenas de comida rápida como Burger King – la empresa cuenta con varias patentes para elaborar productos vegetales con estructura cárnica.
Los efectos de la carne vegana
Como cualquier nueva categoría en la industria alimenticia, de momento tenemos muy poca información de como estos productos pudieran afectar a nuestra salud y a la fecha no existe regulación alguna. En el caso de la «carne imposible», nombre de otra empresa que también produce carne de origen vegetal, sus productos se elaboran a partir de diversas proteínas vegetales y otros ingredientes en teoría naturales. El tema aquí es que no se usan vegetales en sí sino extractos y compuestos provenientes de vegetales, en otras palabras ingredientes procesados, algunos de ellos incluso considerados como sintéticos. Tal es el caso de la Methylcellulose (nombre en inglés) que aunque se obtiene de la celulosa de plantas y vegetales, el proceso para elaborarlo no es natural.
En mi opinión el verdadero lado oscuro de la carne vegana es precisamente su creación y consumo, ya que a pesar de que el planeta nos provee de una abundancia enorme y potencialmente infinita de alimentos, el ser humano prefiere imitar algo que le genera dinero o placer.